viernes, 31 de agosto de 2012

ENSALADILLA "RUSA"

     La ensaladilla rusa es uno de esos platos que, en España, cada familia hace a su manera, y aunque no se pueda decir cuál es la auténtica y canónica receta, cada casa cree tener la genuina y original. Es como la tortilla de patata, el gazpacho, las croquetas o las empanadillas... cada uno las hace a su manera y, normalmente le gusta así, porque ése es el sabor que asocia a su recuerdo o, sencillamente, al que se ha acostumbrado. Igual que a mí me parece extraño que haya quien ponga cebolla al gazpacho andaluz, pues mi abuela cordobesa, de donde procede la receta en mi familia, jamás le puso cebolla sino solamente ajo, otros encontrarán raro que yo eche pepinillo agridulce a la ensaladilla... 


     Hace poco, Uliana daba aquí la "auténtica" receta de la ensaladilla rusa, yo voy a dar la mía, spanish style, aunque ésta que hice el otro día quizá no sea la mejor muestra porque me faltaban algunos ingredientes. Pero la receta de siempre es ésta:

     1º Dos latas de atún en aceite de oliva bien escurrido.
     2º Media docena de pepinillos agridulces (no en vinagre) troceados.
      3º Aceitunas troceadas, mejor verdes tipo manzanilla, pero aquí sólo encontré negras.
     4º Palitos de cangrejo totalmente prescindibles, que ya sé que la ensaladilla no los lleva, pero a mí me gusta echarle unos poquitos... (lo normal es echar guisantes en su lugar).
      5º Media docena de pimiento morrón troceado o en tiras, que como aquí no encontré, pues escaldé un pimiento de asar, le quité la piel y lo piqué. No está tan sabroso, pero tampoco quedó mal...

      6º Una o dos zanahorias escaldadas, es decir, que tienen que estar blanditas pero no cocidas, yo las saco del agua mucho antes que las patatas.
      7º Dos, tres o cuatro patatas cocidas y frías. Yo no le pongo demasiada patata, me gusta saborear el resto de ingredientes y no me hacen gracia las ensaladillas que son un mazacote de patata con medio bote de mahonesa, generalmente me paree que se abusa de la patata porque, lógicamente... el plato se abarata mucho... 

      8º Dos huevos cocidos, picados igual que la patata, porque tampoco me gusta que haya unos trozos enormes y otros minúsculos, ni que la patata se deshaga como un puré.
      9º Por último añadimos la mahonesa. Lo suyo, claro está, es que sea casera y no muy densa, a mí me gusta con oliva virgen, pimienta negra, un pelín de ajo y también de nuez moscada. Después se le puede añadir una cucharilla de mostaza o unas gotas de tabasco... eso ya... gustos.
     La clave, como dice Arguiñano, es trocear todo más o menos igual, no pasarse con la mahonesa y la patata y no dejar que ésta se cueza en exceso, porque entonces tendremos un rancho pastoso y purezoso en lugar de una ensaladilla fresquita y apetecible. Pero claro, éste es "mi" modo de hacer ensaladilla, y aunque a mí me gusta, tampoco creo que sea la mejor, he comido otras que me han gustado tanto o más que la mía... 

¡¡¡FELIZ VIERNES!!!

jueves, 30 de agosto de 2012

LA CENA

     Es increíble cómo a veces uno puede leer sus propios pensamientos en las palabras ajenas. Por una parte sientes una cierta tranquilidad, pues comprendes que no eres el único que siente de ese modo, pero por otra.. todo lo contrario... te agarra un tremendo desasosiego porque piensas que si eso fuera tan común y corriente... quizá no valdría el par de páginas de un libro... 

     "Tiene que ver con el carácter transitorio de todas aquellas personas en sus salas de estar, en sus casas, en sus edificios, en sus barrios con proyectos urbanísticos donde una calle lleva a otra y una plaza enlaza con otra a través de esas calles. 
     De modo que algunas noches me ponía a pensar en cosas así, sentado en el sofá de la sala. En mi interior algo susurraba que debía dejar de pensar, que, sobre todo, no debía profundizar demasiado en esos pensamientos. Pero nunca me funcionaba, seguía dando vueltas a las cosas hasta el final, hasta sus últimas consecuencias. Hay gente por todas partes, me decía, en estos momentos están sentados en un sofá de una sala de estar parecida a ésta. (...) Pensaba en el tiempo, en el paso del tiempo para ser exactos, lo vasta, inconmensurable, larga, oscura y vacía que podía llegar a ser una hora. El que así piensa no necesita los años luz. Pensaba en la cantidad de gente, en la cifra, no sólo en términos de superpoblación o contaminación, ni con el temor de que habría un momento en que no tendríamos suficiente alimento para todos, sino en la cantidad en sí misma. Si tres millones o seis mil millones servían a un propósito determinado. Llegados a ese punto, empezaba a acusar los primeros síntomas de malestar. No es que haya necesariamente demasiada gente, cavilaba, pero sí hay mucha. Pensaba en los alumnos de mi clase. Todos tenían algo que hacer: abordar la vida, hacer su vida. Con lo larga que puede ser una sola hora... Tenían que encontrar trabajo y formar una pareja. Luego vendrían los niños y también esos niños recibirían clase de Historia en el colegio, aunque no de mí. Desde cierta altura, uno sólo ve la presencia de la gente y no a la gente propiamente dicha. Entonces me entraba la angustia."
Herman Koch, "La cena", págs. 186-187, Salamandra, 2012.

     Empecé ayer el libro y seguramente lo terminaré hoy. Soy de esa clase de lectores que, una vez empieza, no puede dejarlo, tengo que leer y leer hasta saber qué pasa, cómo termina, por eso leo a trompicones, o mucho, o nada. Es una cuestión de curiosidad narrativa pero también, digamos, intelectual o... no sé cómo llamarlo...pero tengo que saber cómo el autor decide terminar la historia, cómo se las arregla para darle un aire de conclusión, un sentido de finalidad que resulte creíble a los lectores y sea, más o menos, satisfactorio. 
     Hoy el tiempo se ha vuelto a poner pachucho, así que me enfrascaré en las cien páginas que me quedan. Luego... ya veré... pero justo dentro de una semana estaré avanzando a cientos de kilómetros de aquí, así que debo ir pensando ya en maletas y embalajes... uuuuuuuuuuffffffffffff...

¡¡¡FELIZ JUEVES!!!

miércoles, 29 de agosto de 2012

MANZANAS...LECKER, LECKER, LEEEEEEEEECKER!!!

     Si hay algo que los alemanes hagan bien (además del pan, la cerveza, las salchichas y el codillo) son los postres, salsas y aderezos varios a base de manzana. En este barrio todo el mundo tiene algún manzano en el jardín:
 Y ahora mismo están preciosos... 
Lo más rico del universo universal es el famosísimo (con razón, derecho y justicia...) Apfelstrudel:
 El mejor que he probado fue en el Tegernsee, pero de ése no tengo foto. 
Luego está el Apfelkuchen, que suele ser un pastel de masa densa con base quebrada y que a veces se presenta como streusel, o sea, con un espolvoreado de mantequilla, harina y azúcar, muy característico también de los crumble ingleses: 
 A veces una imagen vale más que mil palabras... pero NO es el caso... esto hay que probarlo... 
     Y también hay unas rosquillas, las Apfelküchlein, que no son otra cosa que anillos de manzana rebozados y fritos, espolvoreados con azúcar y canela, y que suelen ir acompañados de helado y nata agria. Riquísimos: 

     La verdad es que me he puesto fina este verano a base de especialidades locales... Es cierto que también he pedaleado a base de bien, más que nunca, pero ya veremos el susto que me da la báscula la semana que viene... eso va a ser un aterrizaje en toda regla, de bruces con la más "pesada" realidad... Eso sí... ¡¡que me quiten lo bailao!!

¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!

martes, 28 de agosto de 2012

SEPTEMBRULIO:QUE DESPUÉS DE AGOSTO SEA OTRA VEZ JULIO

      Dice mi sobrina que después de Agosto debería ser otra vez Julio... y la verdad es que yo no puedo estar más de acuerdo... ehhhjejejejej... Así dejarían de bombardearnos con el comienzo del invierno nada más inaugurar el mes más estival (que, ¡¡por dios!!, está muy lejos todavía) y disfrutaríamos como debe ser de un mes fantástico como Septiembre, todavía muy veraniego, aunque con algunas horas menos de luz. Al final todo se reduce a estrategias comerciales, claro..., y parece que vives en Marte si te compras un bikini a final de Agosto (eso si consigues encontrar alguno...) en lugar de una chaqueta de lana que no te va a hacer ninguna falta hasta muchas semanas después. Yo llevaba mucho tiempo detrás de una maleta de picnic, por fin me compré ésta el domingo, y espero usarla todavía esta temporada:
     Es posible que sea de esas cosas preciosas pero poco útiles, y que acabe ocupando un sitio considerable en casa y acumulando polvo...aunque esperemos que no. Viene de un mercadillo y está usada aunque en bastante buen estado, al menos para los once euros que costó. Tiene una manchita en la tela pero, sorprendentemente, no falta ningún cubierto y las correas cierran muy bien. 
     Ha quedado estupenda después de limpiarla y estoy contentísima con ella, así que la pienso usar cuanto antes. 
      Además, el fin de semana nos visitó un amigo al que no veía desde hacía años, y me regaló este libro de recetas para grill de la oveja Shaun, con su correspondiente guante... ¡¡¡genial!!!
      Creo que me ha quedado un kit casi perfecto, sólo me falta la manta de picnic... pero es que la quiero, a juego con ese paño de cocina tan chupiguay... me parece muy cara...
     Creía que el libro iba a ser en plan tontorrón e infantil, por aquello de ser merchandising de una serie de la tele, pero lo cierto es que las recetas están bastante bien y son muy variadas para lo escueto de la temática. ¡Vivan los picnics de Septiembrulio!

¡¡¡FELIZ MARTES!!!

lunes, 27 de agosto de 2012

ZAPATOS DEL DESTINO Y CUENTA ATRÁS

     La verdad es que llevaba años resistiéndome a las botas de agua. Recuerdo haber tenido algunas de pequeña, y recuerdo que me gustaban porque te dejaban saltar en los charcos con ellas. Pero estéticamente... seamos sinceros... son un horror. Son botas de regar y de pescar, feas como ellas solas, pensadas para eso,  para meterse en el fango y no para dar un paseo o ir al súper. Sin embargo... el destino me avisó... 
      Y como yo no soy quién para contradecir al destino... menos aún si es en forma de mensaje de galleta china de la suerte... pues al final he caído en este par de botas de agua, que lo cierto es que me van a venir muy bien por antiestéticas que sean, y que dan un poco el pego con esos cordones morados tan monos. 
     Ayer las estrené porque el tiempo se puso morrocotudo durante el fin de semana, y hoy ya comienza oficialmente mi cuenta atrás... sólo me quedan diez días aquí, y empiezo a tener esa sensación de que debo aprovechar para ver lo que me dejo sin visitar, al mismo tiempo que una especie de cansancio por sobredosis de novedad y muchas...muchas ganas de volver a casa, a donde de verdad me siento en casa. 

¡¡¡FELIZ LUNES!!!

sábado, 25 de agosto de 2012

AGUA Y LUZ

     La luz de final del verano tiene una claridad y un brillo especiales.
 Es de un naranja más cenizo que la de pleno estío. 
 Y cuando hay tormenta... es un espectáculo.
 Hasta las baldosas de la terraza dejan de parecerme horribles durante un rato...
     Los limacos salen a montones con la humedad, y a mí me da un repelús terrible pensar que los voy decapitando involuntariamente con las ruedas de la bici... El otro día éste tuvo suerte porque iba paseando, y a pesar de que son feos con ganas estos bichos..., le pedí que posara para unas fotos... ehhhjejeje... 
¡¡¡FELIZ SÁBADO!!!

jueves, 23 de agosto de 2012

¡¡¡BAAAAAAAAAZURAAAA!!!

     Está claro que esta gente no limpia txipirones... ni lubinas, ni rapes, ni mejillones... ni come gambas enteras, con cabeza... Aún así... recoger la basura orgánica ¡¡¡cada quince días!!!... me parece un auténtico despropósito... 
     A los pocos días de llegar, ya noté que la basura se quedaba demasiado tiempo en el contenedor. Yo echaba una bolsa y cuando, a los tres o cuatro días, bajaba a echar otra, la anterior, más algunas del resto de residentes de la casa, seguía allí. Como me pareció extraño, pregunté cuándo pasaba el camión de la basura, y el vecino de abajo, uno de los propietarios, me comentó que los viernes. Yo me quedé muy sorprendida y le pregunté de nuevo, porque no parecía tenerlo muy claro, ya que no vive aquí la mayoría del tiempo. ¿Cómo iba a pasar el camión de la basura solamente un día a la semana? 
     Efectivamente, el hombre estaba equivocado, el camión no pasa un día a la semana, sino un día de cada quince, es decir, acumulamos en este contenedor, la basura de cinco apartamentos durante quince días...
    Supongo que durante el invierno, aparte de la cuestión del volumen, la cosa no será tan problemática, pues a veinticinco grados bajo cero, pocos olores, moscas y demás organismos basurísticos pueden subsistir. Pero estas semanas estamos teniendo temperaturas que superan los treinta grados, con un bochorno terrible y tormentas nocturnas que solo refrescan el ambiente unas horas. Si a esto sumamos que los basureros se negaron a recogernos el contenedor porque las bolsas rebosaban la tapa... y que la persona a cargo olvidó sacar el cubo uno de los dos gloriosos días al mes que pasa el camión... lo que tenemos es un problemón de "narices". 
    Pero lo mejor de todo es que a la propietaria (a la que debe haber llegado la información por quejas de vecinos o del propio sistema de recogida) no se le ha ocurrido mejor solución que informarnos de que debemos almacenar la basura en nuestros apartamentos una vez que el cubo esté lleno, hasta la próxima visita del camión de basuras... 
     Éste es el aspecto que tiene hoy el contenedor, más un par de bolsas que hay dentro de la casetita donde debería estar metido (y que llevan ya tres semanas...), y el camión no pasa hasta el próximo miércoles...:
     Lógicamente... hemos explotado... nos hemos quejado y hemos sugerido que la capacidad del contenedor es insuficiente y que, tal vez, debiera adquirirse otro más o cambiar éste por uno mayor. La respuesta que hemos recibido es que nunca en ocho años han tenido problema de espacio con la basura... así que a ver cuánta gente está viviendo en nuestro apartamento... La verdad es que cuando he leído eso no sabía si reír de furia o llorar de impotencia... para que luego digan que en Europa no somos xenófobos... 
     A la señora a la que le estamos pagando más de cuatro cifras mensuales por un apartamento de una habitación, y que considera que debemos almacenar la basura en casa hasta que pase el camión... no le parece necesario otro contenedor, más que nada... porque cada contenedor cuesta alrededor de ochenta euros mensuales en concepto de servicio de recogida... 
     En fin... cabreos aparte... todo esto me ha hecho pensar mucho en el tema de la basura, en la cantidad ingente de basura que generamos cada uno de nosotros y en cómo nos desprendemos tranquilamente de ella depositándola en el contenedor como si la cosa no fuera con nosotros... Si donde yo vivo recogieran la basura cada quince días, no podría volver a comer txipirones, pues cuando los limpio (bastante a menudo porque me encantan), he de tirar la bolsa enseguida, aunque esté prácticamente vacía, pues el olor de las tripas de txipirón es de los más fuertes y desagradables, y le siguen todos los mariscos, conchas, cabezas y raspas de pescado... 
     Al margen ya de los deshechos orgánicos, que en cierto modo son los menos problemáticos, aproximadamente el 99% de todo lo que compramos, termina en la basura a los 6 meses... desde luego... es para pensar en ello. 
(la chica es un poco pesadita, pero merece la pena ver las tres partes)

     También debo decir en favor de esta vecindad, que aunque me parezca escandaloso que retiren la basura  sólo dos veces al mes, el sistema de separación y reciclaje es estricto y claro, de modo que a la bolsa de lo orgánico sólo va lo orgánico, ni un trozo de papel albal, ni una barqueta de la fruta o la carne picada, ni un vasito de yogur, ni una chapa de cerveza... nada... Además de que el sistema de reciclado de botellas a través del "pfand" (muy parecido al que seguían nuestros abuelos al devolver los "cascos" al bar) debería implantarse en todas partes. Y para los vidrios que no van a la máquina de recuperación de botellas del súper, hay unos contenedores en el barrio, donde se había formado ayer una telaraña enorme que estaba preciosa al atardecer...

¡¡¡FELIZ Y BASURÍSTICO JUEVES!!!

miércoles, 22 de agosto de 2012

TODO LLEGA...O, AL MENOS..., ESO DICE MI SUEGRA...

     Yo me la quedo mirando con cara de "sí... y no..." pero como no me voy a poner en plan "profesional" con ella, pues me quedo con el runrún del... todo llega... todo llega... ¿todo llega..?
     Pues a ver... no. No todo llega, para algunas personas hay cosas que, desgraciadamente, no llegan nunca. Para algunas personas hay cosas que, afortunadamente, no llegan nunca. 
     Aunque si nos referimos al tiempo, sí... claro... más o menos, todo llega, al menos si uno no estira la pata por el camino (¡¡toquemos madera!!). 
     Cuando en Junio se hizo inminente mi llegada a estas tierras, Septiembre me parecía lejanísimo, como si no fuera a llegar nunca, pero ahora queda una semana escasa y tengo una extraña mezcla de deseos de volver y de necesidad de aprovechar los días que me quedan. Se acercan también algunos acontecimientos que parecían perdidos al final del calendario, y cuando lo pienso, las fechas me pasan por delante y casi me veo ya sentada a la mesa de navidad... Lo cierto es que me agrada y  me aturde a partes iguales, como ocurre siempre con el paso del tiempo. Primero quieres que las cosas lleguen, luego que no se vayan, pero una vez que se van, deseas que se marchen del todo y vengan otras nuevas rápidamente. Si se piensa, es una cosa bastante absurda, porque vivimos deseando algo que ya sabemos que se va a desvanecer en el momento mismo de comenzar a darse... pppppfffffffffffff... al final me pongo en  plan profesional... ¡¡ahhhhhjajajaja!!
     Todo esto venía en realidad porque ayer fue un día importante, al menos durante 6 ó 7 minutos aproximadamente. Llegué medio derretida al centro comercial, bici bajo la solana a 31º de por medio, y lo vi escrito en la pizarra: "espresso maquiatto", un cortado vamos... Así que con toda la cordialidad y la cara de "por favor, por favor, por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrr" de que fui capaz, le pedí a la chica, "bitte sehrrrrrrr" un vaso con hielos para el café, no un hielo, sino un vaso normal lleno de hielos. Me miró un poco de reojillo pensando que menuda geta tenía en pedirle hielo para el agua (el vasito pequeño que te suelen poner en la bandeja del café, para después), que ella también tenía calor (porque en el centro comercial no hay aire acondicionado) pero el hielo no es gratis (normalmente ni el agua). El hecho es que me sirvió esto y casi me aupo sobre la barra para besarla: 
     Alzaba la vista para ver lo que hacía con los hielos, porque no se creía, claro, que fueran para el café, hasta que lo vio con sus propios ojillos cristalinos... en conjunto con mi cara de felicidad. 
     Me supo a gloria bendita, de verdad, estaba francamente bueno, el Segrafredo y el Lavazza siempre están buenos en las cafeterías (no así en la cafetera de casa...) y ya me quedé contenta para toda la tarde. 
     Por supuesto, me acordé de mi suegra, que siempre dice que todo llega, porque yo pensaba que me marcharía de Baviera sin haber tomado un café realmente bueno y, como muchas otras cosas, ha terminado llegando... 

¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!

martes, 21 de agosto de 2012

SAHARA HITZE... ¡¡¡QUÉ DIOS NOS ASISTAAAA!!!

     Tengo miedo... he de reconocerlo... este último par de días he visto cosas a mi alrededor... cosas extrañas, inquietantes... cosas fuera de lo común que me hacen temer por mi integridad y mi salvaguarda... Cosas como ésta... 

provocadas por esto... 
     Es gracioso que cuando se habla del calorín que nos arrecia estos días, la gente nos sonría y comente "bueno, claro... para vosotros es lo normal, estáis acostumbrados" Al principio tratábamos de explicar que no, que donde nosotros vivimos es muy raro alcanzar más de 30ºC, y que esto sólo ocurre algún día de Julio y nunca dura más de 48 ó 72 horas. Pero pasa un poco como con el café con hielo de ayer... te cansas de explicar y te das cuenta de que es inútil. Ellos creen que en España hace un calor torrante todo el verano, de norte a sur, de este a oeste, y que debemos de estar de bajón porque este verano no es tan cálido para nosotros como de costumbre, porque no nos echamos dos horas de siesta, no bailamos flamenco en un tablao improvisado después de cenar y no comemos tapas y chorizo a todas horas...
     En realidad, yo estoy viendo el sol mucho más de lo que lo vi el verano pasado, por ejemplo, aunque sí es cierto que Julio ha sido bastante malo al principio. 
     Dadas estas temperaturas sofocantes, el domingo se nos ocurrió acercarnos a un pequeño lago artificial que hay a unos 8 ó 9 kilómetros de casa, porque pensamos que la piscina estaría atestada... 
     ¡¡¡MARE MEUAAAA!!! Sólo puedo decir que llegamos y el deseo de irnos tardó 0,25 milésimas de segundo en embargarnos de pies a cabeza. Para que luego digan que España es calorra.... ¡¡¡válgame Diossssssssssss!!! No había ni dónde aparcar la bici, cada zona tenía su grupo quinceañero de malotes proveyendo de música chundachundera al personal, su familia hamaca-nevera y su chuloplaya untuoso brillantoso torrándose al sol con las rayban de aviador... ¡¡¡Menudo percal!!! Entramos al lago a darnos un baño porque otros 9 kilómetros de vuelta bajo sol sin habernos refrescado podrían ser fatales. Pero fue eso... entrar, chapotear tres minutos y salir escopetados de aquel terrorismo playero infecto. Tanto fue así, que ni siquiera me paré a sacar foto para dar cuenta de ello... 
     Eso sí... luego paramos a comer en el primer lugar bajo la sombra que vimos, y cuando entro al lavabo a quitarme el bikini....¡¡¡tacháááánnnn!!!
     Vale... de acuerdo que el lugar hacía referencia al rey bávaro Luis II, conocido por haber gastado toda su fortuna en la construcción de fastuosos castillos, algunos de los cuales son hoy día los más famosos de Alemania (y del mundo), pero es que yo ya llegaba con una sobredosis de antiestética teutona calorroplayera ... así que, sencillamente, me dio la risa... y debieron de pensar que estaba medio loca, porque se me oía reír sola en el cuarto de baño frente a los espejos... O quizá dedujeron que era efecto del calor, y que, como la mayoría de la gente, empezaba a hacer cosas raras y a comportarme de modo extravagante... 
     Hoy dan máximas más comedidas, que rozan los 30ºC sólo de pasada, y anuncian tormentas eléctricas, aunque las mínimas aún son altas para estas fechas y estas latitudes. 
     ¡¡¡Que el demiurgo nos asista...!!! porque el ambiente está enrarecido y el cielo amarillento, y con estos calores bochornosos, si no llega pronto la tormenta... puede pasar de todo... ¡¡¡aahhhhhhhhhhhjajajajajajajajaja...!!!

¡¡¡FELIZ MARTES!!!

lunes, 20 de agosto de 2012

AGUA DE FREGAR, DIGOOOOOO.... KAFFEE... Y MOHNKUCHEN

     Sin duda, una de las cosas más asquerosas de peor calidad que te puedes tomar en Alemania, es un café.  Cuando estuve aquí por primera vez hace unos años, enseguida aprendí que un milchkaffee no era algo ni remotamente similar... a un café con leche patrio, un cafelito con leche de toda la vida, más o menos mitad de café y mitad de leche. Cuando pides un milchkaffee, te sacan una taza con aguachirri oscuro, acompañado de un par de tarrinitas de nata líquida, para que te la añadas al café, así... a pelo... fría... espesa... y que luego deja unas telillas blancas repugnantes en la superficie de la bebida... Y, por supuesto, se quedan tan anchos, para ellos es lo más normal del universooooooooooo... 
     No tengo fotos del súper, pero hay botes de esta nata para el café, kaffeesahne, de todas las formas y colores, aunque lo más común son las dichosas tarrinitas y estos botes cilíndricos. 

     Y si no quieres tomar aguachirri con nata líquida... tienes que pedir un café latte, latte maquiato o capuchino, todos ellos insípidos, aguados y escasísimos de café, pero bastante más bebibles que el milchkaffee. Cuando te lo ponen en la mesa hasta te crees que va a saber a café, aunque el tamaño orinal del continente te hace dudar de la pureza del contenido... 
Lo mejor es pedir un buen acompañamiento, algo de eso que los teutones sí saben hacer bien, como los pasteles de masa densa y consistente:
Que te hacen olvidar el fiasco que hay en la taza... 
Como este impresionante Mohnkuchen con fondo de albaricoque que me desayuné el viernes en la mejor compañía. 
 Mmmmmmmmmmm...pppppppffffffffffff... IM-PRESIONANTEEEEEEEEEEE!!!
     Tomarse un café solo de calidad, un expreso, es una tarea mucho menos ardua, pues en la mayoría de heladerías italianas los sirven bastante buenos, algo menores quizá que la talla spanien, pero francamente parecidos. Lástima que una no sea amante del café solo... a pesar de lo cual lo pido muchas veces, porque al menos sabe bien y encima es muchísimo más barato que un capuchino. Ayer se me ocurrió la idea de pedirlo con hielo... "un vaso con hielo" ... "varios hielos"... "para el café".... El chico me miraba con cara de no entender, convencido de que no estaba usando la palabra adecuada y lo que quería pedirle era otra cosa, como un eiskaffee (que básicamente suele ser un helado de café, con nata, sirope y miles de millones de grasas y calorías).
     Finalmente, después de varias explicaciones y caras de perplejidad, comprendió que lo que yo quería era hielo, cubitos de hielo, "dentro" del café.... más que nada por los 32º que teníamos a las 3:30 de la tarde justo después de ocho kilómetros de pedaleo. Así que a los cinco minutos me trajo un expreso con "un hielo" dentro, aproximadamente del tamaño de una lenteja para cuando lo tuve delante.... Sonreí, se lo agradecí y me lo bebí con resignación, calentorro y un poco aguadillo por el hielo deshecho. Me dijo que no se tomaba así en Italia, y la verdad..., me duele un poco que se quedara con la idea de que los españoles nos metemos "un hielo" (un hielo de tamaño cubitera casera, no de ésos enormes de las bolsas de hielo que te ponen en los cubatas, no... ) en el expreso, así por lo común... pero las barreras culturales y lingüísticas, digan lo que digan,  son a veces insalvables... especialmente a 32º... y también a veces, aunque sólo a veces,  creo que está bien que sea así... 

¡¡¡FELIZ LUNES!!!

sábado, 18 de agosto de 2012

UN TERCIO DE VIDA

     Diez años son aproximadamente un tercio de mi vida... y aunque hoy celebramos la mitad de ese tiempo con "firma legal"... yo siempre pienso en la otra cifra, en la real, en la que llevamos tolerándonos mutuamente como podemos y compartiendo un espacio físico más bien pequeño, pero inmensamente grande en lo que respecta a lo inmaterial.

     Muchas veces pienso en qué habría sido de mi vida si ese verano de hace ya once años, no hubiera decidido pasar unas minivacaciones norteñas festivaleras... o cómo sería mi vida si no me hubiese tirado a la piscina de la convivencia o hubiese acabado claudicando a la ardua barrera de la distancia...
     Es como pensar en los universos paralelos de la física cuántica... pero lo cierto es que, se esté o no dando la concurrencia de todas las múltiples posibilidades de mi vida paralelamente..., la que yo siento como verdadera es ésta. 
     Ésta en la que, con casi absoluta seguridad, me despertaré mañana, y pasado mañana... Ésta en la que decidí pasar unos días de agosto en el norte con mi hermana. Ésta en la que me/nos tiramos a la piscina rápidamente. Ésta en la que seguimos a flote, aunque a veces sintamos que nos hundimos y otras que, ni el mayor de los icebergs, puede hacernos zozobrar... 
     Yo me conformo con seguir celebrando. Lo que sea... pero celebrando. 

¡¡¡FELIZ SÁBADO!!!

viernes, 17 de agosto de 2012

VACACURROCIONES

     A veces, según me voy haciendo mayor, tengo la impresión de que algunos de mis pensamientos de la infancia, adolescencia y más tierna juventud, se vuelven contra mí como un boomerang. En plan venganza... en plan... ya te lo dijimos o qué te pensabas...
     En las vacaciones, no en los cuatro o cinco días que uno pasa en un hotel o visitando una ciudad, sino en los días que uno pasa en casa con su familia y, en ocasiones, con invitados, me acuerdo de mi madre... de lo que solía decirnos los fines de semana o el par de semanas que pasábamos en el pueblo. Siempre se quejaba de que ella también tenía derecho a vacaciones, de que al llegar el fin de semana también quería  descansar...
     Voy a confesarlo... tengo ganas de que se acaben las vacaciones, las de los demás, los que están a mi alrededor (las mías son tristemente indefinidas...), porque necesito descansar. Sí, necesito descansar de las vacaciones, en las que a mis tareas normales se suman las actividades vacacionales, las lavadoras extras, la cocina y repostería extra, el agotador entrar y salir, ir y venir, piscina para arriba, café y helado para abajo, bici, paseo, cerveza... pero también aspiradora, colada, lavavajillas, cristales, fregona, plancha... 
     Creo que cuando se está de vacaciones, se está de vacaciones, es decir: todos deberíamos estar de vacaciones del mismo modo, pero como unos volverán en unos días al despertador y la jornada de ocho horas y yo no, es como si nunca mereciera exactamente el mismo descanso. De vez en cuando alguien se apura y te echa una mano, pero no deja de considerarse eso: una mano, una "ayuda", como si se estuvieran metiendo en tu terreno de buen rollo para hacértelo más llevadero, pero no porque sientan que les corresponde hacerlo, que al estar de vacaciones y no regresar de un agotador día de trabajo tienen el mismo "deber" de fregar platos y preparar la cena que tú, sino sólo para eso, para "ayudarte"... 
     Además tienes que subirte al tren de la actividad vacacional y escuchar cada mañana el "¿qué hacemos?" y el "¿a dónde vamos?", e ir a la piscina con pelos en las piernas porque ni siquiera has tenido tiempo de depilarte, salir a cenar con el pelo sucio y sin gota de maquillaje porque has estado colgando ropa en lugar de arreglarte o tragarte una caravana de tres pares porque como son vacaciones, no nos vamos a quedar en casa ¿no..?
     Al final yo también disfruto, son días en los que salgo de la rutina (aunque sea por la fuerza) y paso muchísimo menos tiempo conmigo misma del que acostumbro (que, dicho sea de paso, es demasiado...), pero termino agotada, física y psicológicamente... 
     El lunes me levantaré y la casa estará vacía de nuevo. Al principio me dará mucha pena, incluso estaré de bajón un par de días, pero luego iré recuperando mi rutina, mi forma de vida, ésa en la que me siento a gusto, normal...  Volveré a mis comidas ligeras sin pensar en si a alguien no le gustará o si se quedará con hambre, me sentaré a escribir frente al ordenador todo el tiempo que quiera, tomaré varios cafés en pijama, y decidiré conmigo misma si salgo a hacer la compra o lo dejo para más tarde. Me daré mascarilla en el pelo, me pintaré las uñas y me saldré a leer a la terraza mientras el suelo se seca y termina la lavadora. 
     Descansaré hasta que me canse de descansar, y aprovecharé el estar sola hasta que ya no le saque provecho a tanta soledad... 
     Es ley de vida... supongo... así que me quejo exactamente igual que se quejaba mi madre... y probablemente  me siento también casi igual que ella se sentía, aunque hace sólo unos años hubiera puesto la mano en el fuego por lo contrario... 
     C'est la vie!!!

¡¡¡FELIZ VIERNES!!!