Con motivo de las más de mil visitas que la merluza ha acumulado ya, iba a poner una receta especial, de esas que lo son porque recuerdan a alguien que también lo es.
Pero la verdad es que viendo la entrada de mi amiga “la madre apurada”, inmediatamente he sentido la necesidad de unirme a su petición y a la causa.
España está a la cola europea en número de semanas concedidas por baja maternal a sus trabajadoras: tan solo 16, frente a las 96 de Suecia, 52 de Noruega, 40 del Reino Unido...
Es de sobra conocido que la mayoría de los pediatras y especialistas en nutrición e infancia, recomiendan un periodo de lactancia de 6 meses, aunque, por supuesto, esto es una decisión absolutamente libre de la madre, con una incorporación laboral forzosa a las 16 semanas del parto, este proceso se puede ver tristemente interrumpido, arrebatando así un derecho a ambos; madre e hijo.
El mayor logro de un bebé alrededor de las 16 semanas, suele consistir en mantener la cabeza erguida cuando lo sientan y girar sobre sí mismo cuando está tumbado, además de rebajar sus necesidades alimenticias a tan "solo" 6 u 8 tomas diarias... está claro que estos logros parecen suficientes a nuestros diputados, a pesar de que el Parlamento Europeo reconociera y apoyara la necesidad de ampliar las bajas maternales a un mínimo de 20 semanas dentro de los países de la Unión. Queda claro también para qué sirve la Unión Europea, que correrá rauda y veloz a inyectar dinero a los bancos cuando se vean agobiados por los impagos, pero que arrancará impávida a un niño del pecho de su madre para ahorrarle unos euros a las arcas públicas...
Ampliar las bajas de maternidad a un mínimo de 6 meses, a ver si se entera todo el mundo, NO es una prebenda ni un privilegio para las mujeres o para las madres: es un beneficio para todos, para la sociedad en general: padres, madres, hijos, hermanos y hasta abuelos y nietos. No sólo las mujeres en edad fértil van a beneficiarse de estas medidas, la baja de maternidad no son unas vacaciones pagadas por la jeta, son un periodo necesario para la recuperación de la madre y un momento crucial para el desarrollo del niño, tanto fisiológico como psicológico, que no puede sustituirse ni por todas las guarderías del mundo.
¿Qué son 6 meses en la vida laboral de una mujer? Por mucho que la tasa de natalidad aumentara en España de forma espectacular, llegando a situar el promedio de hijos por mujer en 2, frente al 1,4 actual, cosa harto improbable...¿qué serían doce meses de baja, dedicada a sus hijos, en los más de 30 años de vida laboral de una mujer?
Es un tema que me resulta tan evidente, que me cuesta mostrar argumentos que no rocen lo tautológico, que no parezcan perogrulladas vamos... y sin embargo, aún hay gente totalmente insensibilizada frente a este tema, como si ellos no hubieran sido en algún momento niños de pecho o no hubieran sufrido tiempo atrás el agotamiento de una madre abatida por el trabajo fuera del hogar y dentro de él.
Esto es como lo de la sanidad pública, al que tiene salud de hierro o fondos para costearse un médico privado, le trae sin cuidado y hasta le molesta, tener que apoquinar a la seguridad social, hasta que un día se le vacían las alforjas y se pone muy malito...entonces se da cuenta de lo turbio que le resultaba antes, algo que ahora se le aparece cristalino y tranparente...
No exijáis un aumento de la baja maternal por vuestros hijos, por vuestras mujeres, hermanas o cuñadas, y tampoco por vuestras nueras, nietecitos y nietecitas...hacedlo por vosotros mismos, porque seáis lo que seáis, no puede no beneficiaros:
Mientras se horneaban las patatas, puse a cocer la cabeza y la espina con una cebolla, un puerro y dos zanahorias. Este caldo (triturada la verdura y pasado por el chino-colador), lo dejé reducir en una sartén a fuego medio (luego más suave) con una cucharada de miel de brezo. El resultado me sorprendió a mí misma...fue lo mejor del plato, sin duda. Tenía la típica consistencia de las salsitas éstas que ponen en los restaurantes, sabrosas y densas, y de las que uno se pregunta ¿esto cómo lo habrán hecho? Pues no sé cómo lo harán ellos, pero sé cómo lo hice yo y se parece bastante. Eso sí, estuvo reduciendo como 45 minutos y le puse una cucharilla de café rasa, de maicena. Las patatas, está claro, las metí al horno mucho antes que el abadejo, y lo cierto es que con la salsita estaban de rechupete. Me parece una receta perfecta para hacer con lubina, dorada o cualquier pescado de este tipo, y creo que si al caldo se le añadiera algún marisco, como un par de nécoras pequeñas o unas gambas, la salsa estaría aún más potente, aunque eso no lo he probado así que no puedo decir, porque igual luego no casa bien con la miel... pero como en la vida todo es probar...tiempo al tiempo!!
Principalmente nublado
Chubascos
Chubascos y claros
Llovizna ligera
Nuboso
